
El girasol recuperó terreno en el sur de Córdoba, una región históricamente ligada al cultivo que en su momento fue desplazado por la soja. En el primer congreso "Puro Girasol", en Río Cuarto, especialistas coincidieron en que este regreso se debe a un contexto favorable, con factores como la ganancia genética, junto con la disponibilidad de híbridos de mayor potencial de rendimiento y mejor paquete sanitario, sumado a una mayor demanda internacional y mejores precios, que están posicionando al girasol con márgenes de rentabilidad superiores a los de la soja en ciertas condiciones.
En un bloque enfocado en el manejo agronómico, Federico Morla, de la facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto, recordó que el sur de Córdoba es “históricamente una zona productora de girasol, aunque fue desplazada por la soja”. Explicó que ahora el regreso al cultivo se dio por “un contexto tecnológico y agronómico favorable con híbridos que ofrecen estabilidad en ambientes donde otros cultivos fallan”.
También apuntó que hoy hay mayor demanda internacional y mejores precios, superando los márgenes que hoy ofrece la soja. Morla aconsejó como “práctica clave” la anticipación de la cosecha y apuntó al uso de herbicidas “desecantes”, como el paraquat, para lograrlo. “Un indicador (para adelantar la cosecha) es la humedad del grano, que debe rondar el 38%; también existen señales visuales, ilustró; entre estas enumeró que “el envés del capítulo cambia de verde a amarillo, las puntas de las brácteas se tornan marrones y los vestigios de las flores tubulares del capítulo comienzan a caerse.
Detectar estos indicadores -aseveró- nos permitirá aplicar el desecante en el momento justo, optimizando el manejo del cultivo y asegurando una buena cosecha. En un bloque enfocado en el manejo agronómico, Jonatan Damiani, técnico en producción agropecuaria y miembro de Aapresid, aseguró que, a partir de los datos de rendimiento del girasol en el sur de Córdoba, “el cultivo no se tendría que haber ido nunca”.

En ese sentido, explicó: “Haciendo diagnóstico de suelo nos dimos cuenta que no podíamos levantar el rendimiento de soja; empezamos a ver que entre los 20cm – 40 cm y 40 cm – 60 cm tenemos problemas de salinidad, sodio y PH y el girasol nos empezó a dar una respuesta interesante en cuanto al rendimiento”. No sólo el rinde es el factor de decisión de los productores que hoy optan por el cultivo en la región: “La superficie fue creciendo también por un tema de rentabilidad; hoy, de acuerdo a donde ubiquemos la siembra de girasol, da muy buena rentabilidad comparado con una soja". Según Damiani, en ambientes con limitantes, hay sojas de 25 quintales, mientras que en ese mismo suelo están explorando girasoles de 35 quintales.
“En el escenario económico de hoy y con los valores de mercado es muy importante que el girasol vuelva a tener ese protagonismo”, aseguró. En ese marco, con manejo agronómico y agricultura de precisión, evalúan la calidad del suelo y sus deficiencias con el objetivo de definir qué cultivo hacer en cada ambiente, para después elegir la genética más adecuada: “Trabajamos con todos los semilleros, tenemos un convenio con el INTA, donde todos los años hacemos un ensayo de comparativo de rendimiento para poder ver cómo se comportan todos los materiales”, resaltó Damiani.
En la diversificación de cultivos, encontraron una decisión eficiente y en el girasol un cultivo que entra muy bien en algún sistema mixto porque les permite salir temprano e implantar algún verdeo de invierno.
Por su parte Ricardo Martínez Peck, licenciado en Mecanización Agrícola y consultor, planteó algunos tips para siembra y cosecha de girasol, además de los factores que castigan al rendimiento. Así, precisó que “es uno de los cultivos más complejos” para la implantación porque “requiere asegurar muy bien la población”, es decir, cuántas plantas hay en una hectárea: “El girasol es muy sensible a la población y, por ende, el que está trabajando en la regulación de la sembradora tiene que ser muy preciso”.
En cuanto a la mecanización, señaló que es conveniente mirar atrás: “Paradójicamente, la mayoría de los sistemas que dosifican esas semillas en forma más correcta son, a veces, los que son un poquito más antiguos, porque todos los sistemas neumáticos que entraron en la Argentina en su momento fueron para sembrar girasol y vinieron de Europa, que es uno de los referentes”.
Su recomendación es “ponerle atención y mucho oficio a las distintas regulaciones que tienen las distintas sembradoras para asegurar la población”. De acuerdo con Martínez Peck, además de la dosificación se debe atender a la ubicación de las semillas profundidad para asegurar “que los individuos sean parejos, que hayan nacido más o menos en la misma fecha” y evitar que plantas crezcan unas antes y otras después. “Esa des uniformidad temporal en el cultivo girasol nos lo cobra muy caro porque llegan con distinto grado de madurez a la cosecha”, consideró.
Otro aspecto crítico en el girasol es la cosecha: “Es bastante complejo porque los capítulos suelen llegar con un poco de diferencia de maduración y las cosechadoras encuentran a veces bastantes dificultades para lograr sacar las semillas libres de impurezas o con la humedad correcta”, dijo.
“Esto es muy importante porque los descuentos comerciales son muy grandes; uno puede perder mucho dinero si la mercadería que manda al acopio está sucia, está dañada, tiene mucha humedad”, manifestó.
Genética: girasoles modernos
Julián Siri, gerente de Desarrollo de Producto en Advanta Semillas, se enfocó en los avances genéticos de los “girasoles modernos”, con híbridos que rinden más en grano y aceite y que ofrecen una mayor estabilidad agronómica gracias a mejoras en sanidad. Además, presentó las herramientas que Advanta está desarrollando para facilitar el manejo por ambiente, especialmente en lo que respecta a la densidad de siembra.
Siri destacó que, si bien el girasol es un cultivo “plástico”, que puede adaptarse a diversas densidades de siembra, “existe un rango ideal que conduce a las mayores ganancias”, por lo cual advirtió que sembrar demasiadas semillas “es un gasto innecesario”, y también que “sembrar muy pocas, reducirá el rendimiento”.
Por lo tanto, es crucial seleccionar la densidad de siembra adecuada para maximizar los resultados económicos. En ese sentido, Advanta se enfocó en ofrecer alternativas al productor para cada ambiente productivo, como los híbridos de alto potencial ideales para ambientes de alta producción como los ADV 5407 CL y ADV 5310 CL. También híbridos con alta adaptación ambiental y estabilidad en ambientes de media y baja productividad, como ADV 5505 CL y ADV 5420 CL PLUS.